Trastorno por consumo de sustancias

El trastorno por consumo de sustancias (TCS) es una enfermedad compleja que implica el uso incontrolado de una sustancia, a pesar de sus consecuencias perjudiciales. Conoce mejor los trastornos por consumo de sustancias, incluidos los síntomas, y cómo pueden ser manejados y tratados.

¿Qué es el trastorno por consumo de sustancias?

Un trastorno por consumo de sustancias (TCS) se produce cuando alguien pierde la capacidad de controlar su consumo de una sustancia como las drogas, los medicamentos, el alcohol o el tabaco, causando daños a sí mismo o a los demás. Estas sustancias activan el sistema de recompensa del cerebro, produciendo sensaciones placenteras, que pueden conducir a unas ganas intensas de tomar dichas sustancias. Un trastorno por consumo de sustancias puede hacer que una persona sea incapaz de funcionar con normalidad en el día a día. 

¿Cuáles son los principales tipos de trastornos por consumo de sustancias?

Los trastornos por consumo de sustancias se diagnostican en función de la sustancia principal que se consume. Existen dos tipos principales de trastornos por consumo de sustancias:

    • Trastorno por consumo de alcohol: el alcohol es una de las sustancias tóxicas más consumidas. Cuando alguien abusa del alcohol (lo que se conoce como alcoholismo) pierde el control sobre la cantidad de alcohol que consume. También puede experimentar síntomas de abstinencia cuando no bebe. El alcoholismo puede causar graves problemas de salud y puede provocar daños en órganos del cuerpo como el hígado, el corazón o el cerebro. El trastorno por consumo de alcohol también puede dar lugar a comportamientos destructivos y a consecuencias no deseadas, como disputas familiares, violencia, accidentes y lesiones, relaciones sexuales sin protección, pérdida de objetos personales (por ejemplo, la cartera, el bolso, el teléfono móvil y el dinero), conducción en estado de embriaguez, falta de asistencia a clase y absentismo laboral.
    Trastorno por consumo de drogas: a menudo denominado adicción a las drogas, se trata de una enfermedad crónica difícil de controlar. Cuando alguien es adicto a las drogas, no puede resistir el impulso de consumirlas, sin importar el daño que puedan causar. La adicción a las drogas puede incluir drogas ilegales, pero también puede implicar medicamentos de prescripción o una combinación de ambos. Drogas como la cocaína, la heroína, las metanfetaminas, las benzodiacepinas, los esteroides y los inhalantes son altamente adictivos. Pueden conducir a un trastorno por consumo de sustancias muy rápidamente. La adicción a las drogas provoca cambios en el cerebro que con el tiempo pueden hacer muy difícil resistir los intensos impulsos de consumirlas. Por eso las personas adictas a las drogas pueden recaer cuando han intentado dejarlo. El trastorno por consumo de drogas puede tener un efecto devastador en la vida de las personas, provocando problemas en las relaciones, bajo rendimiento laboral o académico, problemas de higiene personal, aumento de la impulsividad y de la asunción de riesgos, y pérdida de interés en aficiones y actividades.

¿Cuántas personas tienen trastornos por consumo de sustancias?

El consumo de alcohol es responsable de tres millones de muertes al año en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En general, los trastornos por consumo de alcohol son responsables del 5,1 % de la carga global de la enfermedad. El alcohol es el principal factor de riesgo de mortalidad prematura y discapacidad entre las personas de 15 a 49 años, y representa el 10 % de todas las muertes en este grupo de edad. 

La Organización Mundial de la Salud informa de que unos 270 millones de personas (o alrededor del 5,5 % de la población mundial de entre 15 y 64 años) consumieron drogas psicoactivas el año anterior y se calcula que unos 35 millones de personas padecen trastornos por consumo de drogas. Se calcula que alrededor de medio millón de muertes al año se deben al consumo de drogas, lo que equivale a 350 000 muertes de hombres y 150 000 de mujeres.

Síntomas

Los síntomas de los trastornos por consumo de sustancias varían de una persona a otra y también pueden depender del tipo de adicción. 

¿Cuáles son los síntomas del trastorno por consumo de sustancias?

Existen varios signos y síntomas del trastorno por consumo de sustancias que son comunes a la mayoría de los tipos de adicción. Entre ellos se encuentran:

Cambios sociales y de comportamiento:

  • Comportamiento reservado o falso
  • Falta de motivación para hacer cualquier cosa, apatía
  • Cambios en los hábitos alimentarios o en los patrones de sueño
  • Pérdida de interés por las aficiones y actividades
  • Alejamiento de los amigos y la familia
  • Bajo rendimiento o asistencia al trabajo
  • Consumo sustancias de forma indebida en situaciones potencialmente peligrosas (por ejemplo, al conducir o manejar maquinaria)
  • Uso de excusas para consumir esas sustancias (por ejemplo, para celebrar o aliviar el estrés)
  • Descuidar las responsabilidades en casa o en el trabajo
  • Pedir dinero prestado o robarlo
  • Comportamientos erráticos

Cambios psicológicos:

  • Cambios repentinos de humor 
  • Cambios de personalidad, como irritabilidad o arrebatos de ira
  • Sensación de hiperactividad o agitación 
  • Parecer ansioso, temeroso o paranoico sin ninguna razón específica 
  • Problemas de concentración 
  • Estar a la defensiva
  • Malas decisiones 
  • Baja autoestima
  • Sentimientos de desesperanza 
  • Empeoramiento de las enfermedades de salud mental existentes, como ansiedad o depresión

Cambios físicos:

  • Pérdida o aumento de peso repentinos 
  • Ojos inyectados en sangre 
  • Dilatación de las pupilas (midriasis)
  • Hinchazón de la cara 
  • Tono de piel inusual 
  • Mal aliento
  • Sacudidas o temblores 
  • Deterioro general del aspecto físico 
  • Marcas de pinchazos (por el uso indebido de drogas)

¿Cuáles son las fases del trastorno por consumo de sustancias?

Las personas que se vuelven adictas a sustancias como el alcohol o las drogas suelen pasar por cuatro fases de abuso. Comprender las fases del trastorno por consumo de sustancias puede ayudar a las personas a reconocer si tienen un problema y necesitan obtener ayuda antes de que se vuelvan dependientes de la sustancia.

Las cuatro fases principales son:

  • Experimentación: el abuso de sustancias comienza con la experimentación o el consumo voluntario. En los adolescentes y adultos jóvenes, la sustancia suele comprarse y probarse con los amigos y suele ser una respuesta a la presión de estos. Las personas mayores pueden empezar a automedicarse como respuesta a problemas en su vida personal, como una separación, un divorcio, un duelo o la pérdida de un empleo. En esta fase, el consumo de bebida o drogas es poco frecuente. 
  • Uso regular a arriesgado: esta etapa se caracteriza por un uso frecuente. Puede que no ocurra necesariamente todos los días, pero el consumo de la sustancia puede seguir un patrón predecible (por ejemplo, cada fin de semana) o una situación predecible (por ejemplo, cuando la persona se siente aburrida, solitaria, ansiosa o triste). El consumo empieza a ser arriesgado cuando conduce a problemas emocionales, físicos o sociales. Puede dar lugar a problemas en el trabajo, problemas en las relaciones, accidentes y lesiones, conducción bajo los efectos del alcohol y otras consecuencias no deseadas graves. 
  • Dependencia: en la fase de dependencia, la persona seguirá consumiendo la sustancia con regularidad a pesar del daño físico, social y emocional que le está causando. Muchas personas dependientes del alcohol o de las drogas siguen siendo capaces de mantener un trabajo, mantener relaciones con la familia y los amigos y limitar su consumo en determinados momentos. Sin embargo, les resultará difícil reconocer los efectos de su dependencia en su entorno. Algunos de los principales signos de dependencia son:
  • Incumplimiento de responsabilidades 
  • Beber o consumir drogas repetidamente en situaciones peligrosas, como conducir o manejar maquinaria
  • Desarrollar una tolerancia de modo que se requiera más alcohol o más drogas para tener el mismo efecto
  • Experimentar síntomas de abstinencia
  • Adicción: cuando alguien es adicto, su consumo está fuera de control. Los síntomas de la adicción incluyen ansias incontrolables, búsqueda constante de formas de obtener alcohol o drogas, y un consumo que persiste incluso en las peores circunstancias. La adicción es una enfermedad progresiva que empeora con el tiempo si no se trata. 

 

¿Cuáles son los primeros signos de los trastornos por consumo de sustancias?

Es importante detectar los primeros signos de alerta de un trastorno por consumo de sustancias para obtener ayuda lo antes posible.

Los primeros signos de abuso de alcohol pueden incluir:

  • Desvanecimientos durante los periodos de consumo de alcohol
  • Conflictos repetidos con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo
  • Cambios de humor
  • Utilizar el alcohol para relajarse, hacer frente a los problemas, conciliar el sueño o mejorar el estado de ánimo
  • Síntomas como dolores de cabeza, problemas estomacales, ansiedad e insomnio cuando no se bebe
  • Manos temblorosas
  • Tez enrojecida o capilares rotos en la cara
  • Ojos inyectados en sangre
  • Pérdida o aumento de peso repentinos
  • Descuidar los hábitos de aseo personal
  • Habla arrastrada


Los primeros signos de abuso de drogas pueden ser:

  • Descuidar las responsabilidades en la vida familiar, el trabajo o los estudios
  • Problemas en las relaciones
  • Consumir drogas en situaciones potencialmente peligrosas, como conducir o manejar maquinaria
  • Participar en comportamientos de alto riesgo, como utilizar agujas sucias o mantener relaciones sexuales sin protección
  • Problemas con la ley (por ejemplo, robar para comprar drogas o comportamiento antisocial)
  • Pupilas dilatadas
  • Hemorragias nasales
  • Pérdida o aumento de peso repentinos
  • Falta de higiene personal
  • Discurso incoherente
  • Sacudidas o temblores

Causas, factores de riesgo y esperanza de vida

Al igual que muchas enfermedades de salud mental, existen varios factores que pueden conducir a los trastornos por consumo de sustancias. 

Quali sono le cause del disturbo da uso di sostanze?

No se conoce la causa exacta de los trastornos por consumo de sustancias. Al contrario, puede haber muchos factores implicados, entre ellos:

  • Entorno: la situación familiar, incluidas sus creencias, valores y actitudes, o la socialización con un grupo de iguales determinado pueden fomentar el consumo de sustancias.
  • Salud mental: el malestar emocional, la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, la baja autoestima u otros problemas psicológicos pueden ser un factor.

La genética: los trastornos por consumo de sustancias a veces pueden ser hereditarios.

¿El trastorno por consumo de sustancias es hereditario?

Los trastornos por consumo de sustancias tienen un componente hereditario moderado a alto. Si alguien tiene un pariente consanguíneo, como un padre o un hermano, con una adicción al alcohol o a las drogas, tiene un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias. Los rasgos genéticos pueden acelerar o retrasar la progresión del trastorno.

¿Quién padece trastornos por consumo de sustancias?

Las personas de cualquier edad, sexo, origen o situación económica pueden convertirse en adictos al alcohol o las drogas, aunque es más frecuente en personas expuestas a factores de riesgo ambientales, de salud mental o genéticos.

¿Cuánto tiempo se puede vivir con un trastorno por consumo de sustancias?

Aunque las personas pueden vivir con un trastorno por consumo de sustancias, se sabe que es un factor de riesgo de muerte prematura. Estas muertes pueden ser causadas por enfermedades y lesiones, como el suicidio, las enfermedades hepáticas, la hepatitis, el cáncer y el VIH provocados por el consumo excesivo de sustancias. 

A nivel mundial, el consumo de drogas ilícitas es responsable de más de 585 000 muertes prematuras indirectas y directas cada año y el 42 % de todas las muertes se producen en personas menores de 50 años.

Se calcula que cada año mueren prematuramente en el mundo 2,84 millones de personas como consecuencia del consumo de alcohol. Europa tiene la proporción más alta del mundo de mala salud y muerte prematura ocasionada por el alcohol y en Europa del Este casi un tercio de las muertes se atribuyen al consumo de alcohol.

En todo el mundo, casi tres cuartas partes de las personas que mueren de forma prematura a causa del alcohol son menores de 70 años y el 28 % son menores de 50 años.

Diagnóstico

Los trastornos por consumo de sustancias suelen diagnosticarse a través de la evaluación de un médico, pero el hecho de buscar ayuda hace que algunas personas se autodiagnostiquen.

¿Cómo se diagnostica el trastorno por consumo de sustancias?

El trastorno por consumo de sustancias se diagnostica con una evaluación exhaustiva, que suele incluir una valoración por parte de un profesional de la salud mental. El consumo de sustancias puede comprobarse mediante análisis de sangre u orina, pero los resultados de estas pruebas no son un indicio de adicción. 

Prueba para diagnosticar el trastorno por consumo de sustancias

Existen varios cuestionarios que los profesionales de la salud mental pueden utilizar para llevar a cabo su evaluación clínica para evaluar el consumo problemático de alcohol y sustancias.

Entre ellos se encuentran la prueba de detección de alcohol, tabaco y sustancias (ASSIST) , desarrollado para la Organización Mundial de la Salud con el fin de ayudar a la identificación precoz de los trastornos por consumo de sustancias, el test de identificación de trastornos por consumo de alcohol (AUDIT) para identificar los primeros signos de consumo perjudicial de alcohol y dependencia leve, el test de identificación de trastornos por consumo de drogas para el autocribado de problemas relacionados con las drogas, y el test de detección CRAFFT , diseñado para evaluar los riesgos relacionados con las sustancias en los adolescentes.

Tratamiento y medicación

El tratamiento y la medicación para los trastornos por consumo de sustancias pueden utilizarse para ayudar a las personas a alejarse de la sustancia a la que son adictas y ayudar a prevenir las recaídas.

¿Cómo se trata el trastorno por consumo de sustancias?

El tratamiento del trastorno por consumo de sustancias depende de las circunstancias personales y de las sustancias a las que se es adicto. Un plan de tratamiento puede incluir una serie de tratamientos y estrategias distintas.

Medicación

El campo de la medicina de las adicciones en Europa sigue avanzando, sobre todo en el desarrollo de nuevas intervenciones terapéuticas, que contribuyen a ofrecer un amplio abanico de opciones a las personas con trastornos por consumo de sustancias.

La medicación puede utilizarse para ayudar a restablecer el funcionamiento normal del cerebro y disminuir las ganas de tomar esas sustancias. Se utiliza para tratar la adicción a los opioides (incluida la heroína y los analgésicos de prescripción), la nicotina y el alcohol.

No existen medicamentos específicos aprobados para tratar la adicción a los estimulantes (dependencia de la cocaína, metanfetaminas y cannabis), pero se está avanzando en el desarrollo de medicamentos para tratar estos trastornos. Si las personas consumen más de una droga, necesitarán tratamiento para cada una de ellas.

La medicación utilizada para tratar los trastornos por consumo de sustancias incluye:

  • Opiáceos: algunos opiáceos se utilizan para tratar la adicción a los opiáceos actuando en las mismas partes del cerebro que la heroína y la morfina, lo que ayuda a suprimir los síntomas de abstinencia y a reducir las ansias de tomarlos. Otros pueden utilizarse para bloquear los efectos de los opiáceos en sus receptores en el cerebro, implicados en los efectos gratificantes del consumo de drogas y en el deseo de consumirlas. Pueden utilizarse para personas con adicción a los opioides o al alcohol.
  • Antagonistas del alcohol: utilizados para disuadir del consumo de alcohol, los antagonistas del alcohol provocan efectos desagradables en la persona que bebe incluso una cantidad pequeña de alcohol, como dolores de cabeza, vómitos, dolor en el pecho, visión borrosa, dificultades respiratorias y ansiedad.
  • Ácidos sulfónicos: algunos medicamentos con ácidos sulfónicos se utilizan para tratar el alcoholismo en personas que han dejado de beber, restaurando el equilibrio natural de las sustancias químicas en el cerebro. Esto ayuda a mejorar la adherencia a no beber y la abstinencia general del alcohol.
  • Ayudas para dejar de fumar: los medicamentos utilizados para dejar de fumar actúan bloqueando los efectos placenteros de la nicotina en el cerebro, impidiendo que las personas sientan placer al fumar.

Terapia e intervención

Muchas terapias conductuales o de conversación pueden utilizarse junto con otras intervenciones para ayudar a los pacientes con trastornos por consumo de sustancias. Estas terapias ayudan a las personas a modificar sus actitudes y comportamientos ante el consumo de drogas, a aumentar las habilidades para la vida sana y a continuar con otros tratamientos adicionales. Entre ellas se incluyen:

  • Terapia cognitivo conductual (TCC):la TCC es una psicoterapia para ayudar a las personas a gestionar sus problemas cambiando su forma de pensar y de comportarse. Puede ayudar a las personas a reconocer, evitar o hacer frente a situaciones en las que habitualmente podrían consumir drogas.
  • Entrevistas motivacionales o incentivos: en ellas, el terapeuta utiliza el refuerzo positivo para fomentar el cambio de conducta, guiando a la persona para que tome conciencia de sus propias aspiraciones de cambio e inspirándola para que se automotive y tome sus propias decisiones positivas.
  • Orientación: puede ofrecerse en grupo o de forma individual. Se centra en la búsqueda de nuevas formas de hacer frente a las ansias de consumir drogas y en el tratamiento de las causas subyacentes del consumo de drogas.
  • Terapia familiar multidimensional: este tipo de terapia está diseñada para adolescentes con problemas con las drogas y sus familias. Puede examinar las influencias en los patrones de consumo de sustancias del joven y ayudar a mejorar la vida familiar.
El tratamiento residencial también está disponible para las personas con trastornos por consumo de sustancias. Esto puede incluir estancias de corta duración centradas en la desintoxicación en un entorno comunitario, comunidades terapéuticas de mayor duración en las que las personas trabajan con otras para analizar su comprensión, actitudes y comportamiento, o viviendas de recuperación para ayudar a las personas a hacer la transición del tratamiento residencial a la vida independiente.

Los consumidores de sustancias también pueden unirse a grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos o Narcóticos Anónimos, donde personas con ideas afines se apoyan mutuamente en la recuperación y la abstinencia continuada de drogas o alcohol.

Dieta

Las personas con trastorno por consumo de sustancias suelen sufrir deficiencias nutricionales porque tienden a comer menos alimentos ricos en nutrientes y su cuerpo tiene una menor capacidad de absorción de nutrientes debido a los efectos de las drogas o el alcohol.

Los consumidores de sustancias en recuperación deben aumentar su ingesta de nutrientes para ayudar a su cuerpo a fortalecerse y mantener los órganos sanos y luchar contra las infecciones. Se les aconseja que mantengan un horario de comidas regular, que consuman alimentos bajos en grasa y más proteínas, carbohidratos complejos y fibra, así como que reduzcan el consumo de cafeína y dejen de fumar si es posible. Además, la deshidratación es habitual durante la recuperación del consumo de sustancias, por lo que es importante beber mucho líquido durante las comidas y entre ellas.

También es importante mejorar y mantener unos buenos hábitos alimenticios, ya que las personas en recuperación pueden no reconocer la diferencia entre el hambre y el deseo de consumir sustancias, lo que puede dar lugar a una alta probabilidad de recaída.

Ejercicio

Las personas con trastornos por consumo de sustancias pueden descubrir que el ejercicio es útil para no pensar en el deseo de consumirlas. Hacer ejercicio físico también puede ayudar a las personas afectadas por el consumo de sustancias a desarrollar un estilo de vida más saludable, lo que ha demostrado mejorar su salud mental y física.

El ejercicio aeróbico moderado y de alta intensidad, como caminar a paso ligero, jugar al tenis, correr o saltar a la comba, y el ejercicio mental y corporal, como el yoga, pueden ser una parte eficaz de un plan de tratamiento combinado para las personas con trastornos por consumo de sustancias.

Además, las rutinas de ejercicio pueden ayudar a estructurar el día y a formar conexiones sociales positivas que pueden mejorar su recuperación y bienestar general.

Prevención

En el caso de los trastornos por consumo de sustancias, el principal objetivo de la prevención es retrasar el primer consumo de drogas o alcohol durante la adolescencia.

Es importante abordar los múltiples factores de riesgo que pueden ser comunes en muchos ámbitos de la vida de los adolescentes, como la presión de los compañeros, así como centrarse en aumentar los factores de protección, como el apoyo escolar, para ayudar a los jóvenes a resistir la tentación de probar las drogas o el alcohol.

Las intervenciones de prevención también son necesarias para evitar que las personas que ya consumen algunas drogas se pasen a otras, y para evitar que las personas que consumen drogas de forma ocasional lo hagan en exceso.

La clasificación internacional de intervenciones de prevención utilizada en las normas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) incluye las siguientes estrategias de prevención:

  • Universal: la prevención universal se aplica a grandes grupos o a toda una población (por ejemplo, mediante publicidad televisiva o en el colegio) para prevenir o retrasar el inicio del consumo de sustancias.
  • Selectiva: la prevención selectiva se dirige a segmentos de población específicos cuyo riesgo de consumo de sustancias se sabe que es superior a la media, especialmente entre los jóvenes.
  • Indicada: la prevención indicada se dirige a las personas que ya consumen sustancias y que pueden mostrar signos de un futuro consumo problemático.

Dirigirse a cada grupo de población con los recursos y mensajes pertinentes puede ayudar a evitar que el consumo de sustancias y los problemas asociados se inicien o se agraven.

Estudios científicos

La investigación sobre el consumo de sustancias sigue avanzando en una serie de áreas clave, como las prácticas de tratamiento basadas en pruebas, los resultados del tratamiento de la adicción, la adicción, la psiquiatría y el cerebro, las sustancias adictivas como los opiáceos con receta y la heroína, y el abuso de sustancias en adolescentes y otros grupos.También se está investigando la gestión de la recuperación, que estudia cómo la detección temprana y la reintervención pueden mejorar los resultados a largo plazo.

Los investigadores también están estudiando la posibilidad de personalizar el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias, al tiempo que señalan que, para que se produzca una recuperación significativa, el consumidor de sustancias tendrá que integrarse en un entorno socialmente beneficioso. Al comprender que la adicción está influenciada por los genes, el desarrollo y los factores sociales, en el futuro el tratamiento podría personalizarse para adaptarse a la situación de cada individuo.

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